La pesca de trucha se caracteriza por el uso de señuelos ligeros (cucharillas, peces artificiales, moscas, etc.) y líneas finas que permitan un lance sutil y un control óptimo. Por ello, los carretes diseñados para esta modalidad deben cumplir algunos requisitos:

• Tamaño y peso reducidos

  • Generalmente, los carretes para trucha se sitúan entre los modelos 1000 y 2500 en términos de tamaño.
  • El peso ligero resulta clave para reducir la fatiga y facilitar movimientos precisos con la caña.

• Recogida suave y precisa

  • El uso de rodamientos de alta calidad garantiza una recogida fluida, fundamental cuando se trabaja con líneas finas.
  • Un sistema de freno micrométrico aporta el control necesario para manejar la trucha sin partir el sedal.

• Diseño para líneas finas

  • Bobinas poco profundas o “shallow spool” optimizan la salida de hilo y evitan la formación de nudos.
  • Menor rozamiento de la línea durante el lance y la recogida, maximizando la distancia y precisión.

• Freno progresivo y delicado

  • Las truchas pueden hacer carreras rápidas y potentes; un freno suave y progresivo evita tirones bruscos que rompan la línea.
  • Permite cansar al pez de forma controlada y segura.